El número de tarjetas de crédito que había el pasado
año en circulación en España era de 43,24 millones. Una cifra que ha
ido aumentado año tras año y que se ha multiplicado por más del doble
desde el año 2000. Las tarjetas de crédito, así como las de débito, se
han convertido en uno de los medios de pago más habituales de nuestro
tiempo, sustituyendo poco a poco al efectivo. Sólo durante el año 2014,
se realizaron alrededor de 2.503 millones de compras con tarjetas en
España por un importe de aproximadamente 105.854 millones de euros. Unas
cifras nada desdeñables, según detalla HelpMyCash.com
Pero,
¿somos conscientes de cómo funcionan realmente las tarjetas de crédito?
A continuación, cinco trampas en las que no deberíamos caer:
Gratis, pero con consumo mínimo
La
mayoría de los bancos promocionan sus tarjetas aludiendo a que están
exentas de cuotas de emisión y de renovación, es decir, a que son
gratis. Si bien es cierto que la emisión gratuita es bastante habitual,
muchos bancos exigen que sus clientes realicen un consumo mínimo anual
con el 'plástico' para evitar la comisión de renovación. Así que antes
de contratar una tarjeta de crédito que venga acompañada del eslogan
'gratis', corroboremos que realmente es gratis y que no tiene
condiciones ocultas. La tarjeta de crédito de ING Direct, por ejemplo, además de tener una de las TAE más bajas del mercado, es gratis siempre.
Tarjetas con el pago aplazado "de fábrica"
Como
bien sabemos, las tarjetas de crédito admiten distintas modalidades de
pago: o bien se puede pagar todo a final de mes; o bien se puede aplazar
el pago de las compras, fraccionando el importe. La primera modalidad
está exenta de intereses, es decir, se paga lo que se gasta. En cambio,
aplazar las compras conlleva el pago de intereses, que pueden rozar casi
el 30 % TAE. El problema no radica en el gasto extra que supone
financiar una compra, al fin y al cabo, nos están prestando dinero y eso
tiene un coste, sino en no saber qué modalidad de pago tenemos en la
tarjeta.
Tenemos que averiguar qué modo de pago trae incorporado
nuestra tarjeta una vez recibida y, de no ser el que nosotros queremos,
cambiarlo antes de pasar la tarjeta por un datáfono. Así evitaremos
creer que, por ejemplo, estamos pagando nuestras compras sin intereses
cuando en realidad estamos financiándolas todas.
Sin intereses, pero con comisiones
Esta característica es propia, sobre todo, de las tarjetas de compra que emiten algunos centros comerciales. Por ejemplo, la tarjeta de compra de El Corte Inglés
permite financiar las compras superiores a 90 euros a 3 meses sin
intereses, pero con unos gastos de gestión asociados a la operación de
entre 3 y 12 euros. Por lo que, aunque el TIN sea del 0 %, la TAE,
lógicamente, no lo será. Eso no implica que no sea una buena opción y
que, al final, el coste total sea menor que utilizar una tarjeta con
intereses, pero sin comisiones. Hay que tener en cuenta todas las
variables.
Devolución de una parte de las compras
Se
trata de una de las ventajas típicas más utilizadas por las entidades
de crédito para captar clientes. Se pueden encontrar tarjetas que
devuelven hasta un 5 % del importe de las compras, como la tarjeta de
crédito de Bankinter. Sin embargo, al leer la letra pequeña nos daremos
cuenta de que lo que parecía una gran ventaja, no lo es tanto, ya que la
mayoría de los bancos suelen aplicar la devolución únicamente sobre las
compras aplazadas.
Sacar dinero cuesta dinero
A
diferencia de lo que ocurre con las tarjetas de débito, retirar
efectivo de un cajero automático con una tarjeta de crédito no es
gratis, salvo contadas excepciones, como la tarjeta de Bankinter
que permite sacar dinero gratis a débito. La comisión que se aplica
sobre el dinero dispuesto suele ser de entre un 4 y un 5 % con un mínimo
de unos 3 euros. A la comisión hay que sumarle el interés aplicado al
dinero prestado. Así que cuidado con retirar efectivo con una tarjeta de
crédito, ya que puede acabar saliendo muy caro.
A pesar de lo
anterior, son muchas las ventajas que tienen las tarjetas de crédito. Al
final, el problema suele reducirse a no conocer el producto que
realmente llevamos en la cartera. Bien estudiado, puede ser un gran
aliado, sobre todo en situaciones en las nos falta liquidez o tenemos
que desembolsar una cantidad importante de dinero. Además, hay tarjetas
que, además de ser gratis año tras año, incorporan suculentos descuentos
en todo tipo de compras, como la tarjeta de ING Direct o la tarjeta de crédito de Openbank.
Hay tarjetas con las que, incluso, es posible ganar dinero, como con la tarjeta de crédito de bancopopular-e que, además de ser gratis, obsequia con 25 euros de regalo a sus titulares tras la primera compra o retirada de efectivo.
De estas tarjetas hablaremos más detenidamente en futuros posts.